lunes, junio 30

Hoy tengo gamas de ti.

"Porque lo seco que hay debajo igual no te gusta. Porque lo fresco que hay encima igual no te acaba de encajar" RM

Por el miedo a equivocarnos




sábado, enero 25

Remember cuddles in the kitchen

La última publicación eras tú...

 y las vueltas que da la vida. 

Después de dormir en tu cama 

sigo pensando que hay que ser muy valiente

para mirar esos ojos y no caer rendida 

Después de oír tus palabras

sigo sintiendo que hay que ser muy kamikaze 

para lanzarse sin paracaídas

Después de lo que hemos llorado

sigo creyendo

que aún

nos queda


algo pendiente. 



So laugh and joke around 
Remember cuddles in the kitchen 
Yeah, to get things off the ground 
And it was up, up and away 
Still it's right hard to remember 
That on a day like today when you're all argumentative 
And you've got the face on 

viernes, agosto 30

Desesperante. Absolutamente yo.

Corazón, suena con ritmo, siguiendo un mecanismo.
Tú, Corazón también suenas como música, 
y mueves ese mecanismo como siguiendo una partitura ;imaginaria. 
Imaginaría. Lo que hace una tilde, los sueños que cada noche tendré que tapar con un toldo.  
Un banco en el parque, un árbol por el que trepar en una caja de ahorros. No me digas tonterías que no estamos esperando a la cafetera. No somos tan simples, tan del montón. No vamos por puntos, no sumamos, ni restamos. Intentamos como mucho, suturarnos; y de tanto miedo nos saturamos. 
Como te voy a dar seguridad si no tengo ni un kilo. Cómo vamos a bailar todas las noches de una vida, a falta de un gramo; una droga que has ilegalizado tú. 

Me parece bien que corras, pero no me pidas que antes de cambiar de carrera te espere en la anterior meta, para decirme ha sido un placer hacerte una carretera en las medias o hacerlo a medias, o qué más da, cuando quién da más. Déjame una nota, grítame consonantes y tócame una bucal. Y deja ese teclado, no hagas música para mis oídos, que me los he tapado, y sé de sobra que siempre sabes que tecla apretar. Para tú de saber y trata de entender, que se han desafinado las cuerdas, y se han doblado los raíles del camino de tu tren. 

Es todo tan irreal. Tanto, que la realidad se me hace aburrida cuando no la dibujas, tú regla milimetrada y yo acuarela indomable, hacemos cosas muy bonitas, porque si algo somos juntos, es un compás. 
De Roma no me atrevería a hablar en la vida. 
Capitales las justas. Y penas, aún menos. 
No soy una diva, yo aspiro al hamor; lo aspiro y lo esnifo como un yonki necesitado de mimos, 
porque de payasos ya se -me- he cansado. 
¿H de error? Esas cosas, son frases escritas de recién estrenados. Como quinceañeros se nos dan mejor otras cosas, que de ortografía vamos sobrados, ya te lo escribí a arañazos en la espalda, sin ni siquiera acercarme. 
Qué ilusos, con h de hambre de comernos el mundo, condenados a empezar cada uno por una esquina, de herida de esa hacha que lanzaste cuando te hablé de hache y de hervir a más grados de los que cualquier material pueda soportal. 

Intento no llorar por el original, no lo vas a conseguir bonito espejo. 
Lo acabo de comprender; lo de mi mala suerte digo. 
No es porque yo haya roto algún que otro espejo, con esta cara de haber roto toda una vajilla, 
sino de que parece que los busco desquebrajados.
Así es imposible quitarse una maldición. 

Y ahora, estoy aquí, en silencio y voy a llenarlo todo de dolor qué es un color feísimo, perdona kase por robarte una frase tan trabajada. Pero supongo que tú como yo, escribes lo que sientes y alguien en algún lugar sentirá lo mismo. 
Estoy segura. 
Y más segura es que no es quien esperas, desgraciadamente not you
Con una arritmia que no me deja pensar con claridad. Pero claro está como un amanecer, que eres el fugitivo pero no sabes que de estás huyendo. Lo siento -tigo, pero si me obligas a elegir, me voy conmigo. 

...Como buena nacida en marzo, mi memoria de pez alcanza hasta donde quiere, no me acuerdo del principio, pero lo que sí sé es que no me quiero acordar del final. 



*Recomendación. Si queréis leer esto en condiciones, no os olvidéis del sombrero, las botas y la pistola. Al punto que acaba no lo llamemos fin, yo lo llamaría Aint enough de Aerosmith. Cara de forajidos y un solo de batería. 

ummm, BANG!

lunes, agosto 19

Trueblood

Da igual cuántos cumplamos, 
y que en un mes exactamente sume una primavera; justo cuando empieza el otoño.
Así es él, 
el campo de margaritas que todos buscamos cuando se caen las hojas.
Porque en cualquier momento él es el sol de una tarde de mayo. 
Siempre voy a ser su niña pequeña, para algo fui la tardía,
la que sigue teniendo pesadillas pero ahora de día, 
la que llora por las noches antes de dormir y no al despertarse, 
la que sigue necesitando una guerra de cojines cuando el día se pone raro. 
La que cuando se ha perdido, no busca encontrarse, 
sino alguien que se pierda con ella y no conozco mayor perdido que aquel desorientado. 


La niña que nunca dejará de sentirse protegida por esos dos brazos. 
Esos cosidos a mordiscos por mujeres que ya querrían tenerlo en la cama como lo tengo yo, 
tumbado agarrándome fuerte y diciendo que todo tiene que ir bien, 
y es que él nunca contempla otra posibilidad que salir ganando. 
Los que dicen que ser fuerte es no llorar 
es que no saben lo que es hacerlo a su lado; 
aunque yo no lo había llamado; aparece.
ni lo poco que cuesta dejar de lagrimear cuando abre la boca
y cuenta cualquier historia, 
gracias a la que esta noche en vez de gastar pañuelos voy a agotar horas de sueño, 
mejor que una nana, mejor que un cuento.
Los que creen que lo saben todo, no suelen saber nada. 
Es de toda la vida, una suerte, ojalá para toda y desde luego: el hombre de mi vida. 

martes, agosto 6

Dale una patada al reloj, hoy no vas a ser de nadie.

Relojes de tres manillas que marcan doce horas.
Y se hacen el camino dos veces, para que sean veinticuatro. Vergonzoso. Yo quiero ser de la era digital.
Lo siento, no pretendo ofender a nada que mida el tiempo, que es algo que ya que lo tenemos tan escaso, mejor tenerlo contado. Pero me siento como un reloj de los circulares, repito caminos, demasiado a menudo, y cada cierto espacio me quedo parada en algún camino, esperando a que venga el minutero a empujarme un poco, y el segundero a salvarme. Qué segunderos más bonitos tengo, la verdad.

No pretendo ser radical, mi corazón es muy grande, y no alardeo de ser buena persona, sino de que parece que se me da de sí, de ahí no sale nadie ni con agua ardiendo. Yo digo que entras y yo digo que sales, y la cosa es que no sales. Y lo peor es lo amigos que se me han vuelto el corazón y la memoria, y lo mal que se llevan con la razón. Que tengo poca, pero habrá que aprovecharla. Y venga de recuerdos, y venga de sentimientos, y vamos a intentar ponerles cordura, pero no, imposible.

Creo que el problema es que todos dicen ahora que me he vuelto una moderna, y no sé, estaré así como vintage, que cojo las cosas viejas y las trasformo en artículos valiosos.
A ver cariño, esa mesa se cae a pedazos, me da igual si era de tu tatarabuela; alguien debería estar ahí y decirle eso; y que el vestido de la casa de la pradera, para vivir en la ciudad queda como feo, por eso es de la pradera, su nombre lo indica.

Pues así debería tener alguien yo, un fantasma o algo; ay, no, por dios, más fantasmas no, que de esos abundan demasiado, de los que se aparecen y de los que son.
Una voz, que eso de oír voces es así como divertido, o eso opina mi psiquiatra y puedes hacer lo que te de la gana y echarle la culpa a la voz. Es como el mítico amigo invisible de pequeño, no sé si me sigues. Que se rompe el jarrón, pues ahí está Conchita como única responsable, que mala es la cabrona, y mira que le has dicho veces que se esté quietecita. Pues nada, que ni por esas. Ya lo siento, es que es muy movida.

Por donde iba... ah si, pues eso. Que quiero dejar de ser un reloj, y que haya una voz que me diga, que eso ya no me vale, que hay que guardarlo o tirarlo; que aburrimiento, quiero ser una vela, una vela sí ¿que ilumina? no, ¿que se traga los polvos de los románticos? casi que tampoco, ¿que se consume? por ahí van más los tiros. Que cuando se apague mi mundo, encienda otro. Pero que sea imposible repetir el mismo. El viento no va a dirigir la llama jamás al mismo sitio, y de un lado se va a consumir más la vela que de otro. Y lo que más me gusta, que mientras ella quiere, se hace agua, es como llorar a lágrima viva, y si la dejas un rato se seca, y continúa su camino. Su camino de vela. Me parece muy bonito, oye.

Pues eso, que si mido mi vida en velas, he tenido velas realmente bonitas y otras que no tanto. Y es que tenemos la mala costumbre de hacer lo pasado más dulce, si me pongo más específica os explico lo de que es un mecanismo defensivo y tal y cual... pero qué guay es el cuerpo humano, tiene mecanismos para todo. Pues a mi me parece bastante defectuoso que los días que nos vaya mal, la cabeza corra directamente a otros días mejores, o eso crees ahora, que bien que llorabas, de eso no te acordabas ¿eh?
Un mecanismo de los buenos, y si Darwin estuviera vivo se lo propondría para la evolución, es mirar hacia delante, hacia un mundo lleno de posibilidades. Donde hay incertidumbre, hay miedo, y claro, el pasado es intocable, pues mejor me quedo ahí, regocijándome en algo, que si esta pasado, pasado está, es como levantarme mañana y acordarme de lo buenos que estaban los helados que ya no hacen y comía con 5 años, y decir anda, que aún tengo uno en el frigo, fecha de caducidad el 97, pero bah, me lo como igual, porque como estaba rico, pues ahora tiene que estarlo, y acabas con una indigestión que no hay quien sobreviva.

Ahí va un guiño...amigos que ibais a ser para siempre, adiós; amigos separados, os deseo lo mejor. Amores grandes y no tan grandes, al primero: abre los ojos; al segundo: el efecto yo-yo te acaba dando en la boca; al tercero: mi número favorito, no es para menos, de los errores se aprende y los dos hemos aprendido mucho; al cuarto: tu alter ego y el mío siguen siendo almas gemelas, condenadas a no entenderse nunca, a negar que nos importa y a negar que lo negamos; y al quinto: tu forma de querer, es extraña, pero que me sigue gustando engañarme leyendo que alguna vez sentiste, o sientes ese dolor.

Y colorín colorado, quiero, y puedo decir, que este cuento, se ha acabado. Que el resto, ya es presente casi. Aunque como soy una nostálgica, he dejado un pequeño hueco para alguno de los anteriores, que siempre hay tiempo para ser lo que nos costó tanto, cómplices. Pero de momento... este es el momento.

No me quiero meter donde no me llaman, aunque antes dijeran mi nombre a gritos. No me gusta meterme en camisas de once varas, ni en paraguas de trece botones.






sábado, agosto 3

Y si nado, que no sea en el océano de nuestras pupilas

Que no sé qué quiero, ni a quién, que estoy perdida, o nunca me he encontrado.
Que compro ticket para la noria todos los días
y me sigue pareciendo una montaña rusa,
que aún, ingenua espero que gire en la otra dirección,
y que parece que no entiendo que aunque cambie de cabina,
todas pasarán por la nube trece,
como el asiento que no hay en un avión estrellado,
porque daba mala suerte,
como los billetes que nunca compramos,
como ya no sonará nuestra canción porque me corte las venas del violín
y lo que tiré por la ventana fue mi razón.

Es tan difícil de verdad ver las cosas a primera vista… que yo no quiero pasar dos veces, dobles solo es bueno en las cartas.
Y las más bonitas son las de desamor, eso hay que reconocerlo,
y que si te mando algo, quiero que sea un abrazo.
Y si me llega algo, quiero que no sea la tristeza.
Por eso me pongo a escribir, porque lo de llorar ya no se lleva,
es para niñas de trenzas, y yo decidí cortar por lo sano.
Empecé por el pelo, y no supe seguir por el sentido común.
Yo es que de frente siempre he tenido más de dos dedos, y a veces me tapan los ojos, para que mis alas puedan volar, y aun así quién sabe si algún día se romperá la jaula,
de cristal de hierro.

Tres corazones no me parecen pocos para romperlos a la ligera porque el mío lo hicieras pedazos.
Yo a ti también, aunque no sé como.
Que las líneas no las hago rectas ni encima de mis pestañas,
y que no encuentro la paz ni dentro de tus dientes.
Las piernas se me han roto tantas veces de aguantar el peso de un corazón con demasiadas cargas, y las muñecas, se me han lesionado de intentar agarrar los 48 de mis 50 kilos que son de pensamientos en el borde de mis precipicios.
Creo que por mucho que estudie estadística, nunca entenderé de lo la probabilidad, supuestamente todos tenemos la misma,
y sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todos los demás si estás a mi lado, que ya lo dijo alguien que de esto sabe mucho más que yo.

Que esto lo escribí anoche, pero hasta hoy no he reunido el valor. 

Palacios que se hacen celdas

El 'palacio de la memoria' es una técnica mnemotécnica. Permite crear en tu imaginación una habitación con un pequeño número de objetos simples 
bastante separados y una vez bien recordados, la asociación de otros relacionados con cada uno de los primeros, pero más complejos. Así comienza una cadena que desde lo más insignificante puede llevar a recuerdos bien guardados. Es una técnica de memorización increíble cuando se sabe y sobre todo se quiere usar.


Es un castigo cuando naces creando palacios en la memoria sin buscarlo. Tú no has querido ser una persona tan diferente. Porque hay momentos que cualquier pequeña cosa, hasta las personas que más quieres en el mundo debes mantenerlas alejadas, y aislarte antes que llegues a 'estancias' del palacio que te gustaría no recordar.
Es doloroso cuando tienes que hacerlo para no sufrir, es duro tener una mente demasiado compleja, eso sí que es una maldición para toda la vida; es difícil para las personas que no entienden por qué actúas así. Pero más hiriente es cuando notas que rechazas ciertos aspectos de tu vida, algunas personas, fotos y hasta un mísero lápiz porque te lleva a llorar, y no sabes a qué te están recordando, ni entienden por qué te ocurre eso, porque las quieres en tu vida sin ninguna duda, pero sin tener culpa te hacen sufrir por encima de tus posibilidades. Y lo único que queda es la supervivencia.

...


Cuanto más azules sean tus lágrimas en la cama, más rojos deben ser tus labios al salir a la calle. Pasos firmes. Se puede ir con tacones llevando unas zapatillas, y tocar la punta del cielo, un poco, con los dedos, y las uñas pintadas.

domingo, junio 9

Socorrismos de última hora

Necesito a alguien que me diga "aprenderé a nadar, Ana", porque ya llega el agua a los tobillos y tengo miedo de ahogarme sola. 

La vida secreta de las palabras

+Porque si decidiéramos irnos a algún lugar juntos me da miedo que un día… hoy no quizás… quizás… quizás mañana tampoco… pero un día de repente puede que empiece a llorar y llorar y llore tanto que nada ni nadie pueda pararme y que las lágrimas llenen la habitación y que me falte el aire y que te arrastre conmigo y que nos ahoguemos los dos.
-Aprenderé a nadar, Hanna. 


domingo, mayo 12

No sé quien eres...

Si no puedo hablar tendré que escribir, siento que la distancia no me deje mirarle a los ojos y que lea en ellos, me alegro de no poder ver como me siento diminuta cuando me fulmina con una mueca. Al menos me alegro de no preguntarme qué he hecho yo para merecer esto, por una vez ya lo sé. Sé que sin ganar nada, he perdido mucho, no van a volver a ser los mismos abrazos. Mira que me dijeron que hay que cuidar lo que quieres. Y saldré de este gusano que se está comiendo mi cerebro, supongo que seré una persona invencible, pero mientras me siento tan insegura de todo, cuando me percibo perdida, más que nunca, me duele que cualquier mano que se extiende consigue que coma de ella, aunque sea por encima de lo que más me importa, siempre pagan los que menos lo merecen. "Eres muy fuerte", pero ella es más que mi voluntad. Me alegro de que casi nadie me entienda, ese empujón de 'yo te entiendo' anula hasta mis principios, y empieza mis finales.
"... no sé quién soy".

"Y aunque grites, morena mía, desde esta orilla no escucho tu voz"